Reducción de senos: no soporto más esta carga

Muchas veces hemos escuchado el dicho de “nunca llueve a gusto de todos”. Es un dicho que podemos aplicar en muchas ocasiones y porque no también en nuestro cuerpo. Me refiero a que muchas mujeres no se sienten agusto con el tamaño de sus senos, ya sea porque son pequeños o grandes. Esta vez nos centraremos en aquellas mujeres que recurren a un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de sus senos.

Cuando una mujer decide disminuir sus pechos es porque el peso añadido afecta negativamente a su cuerpo y deriva en problemas como dolor de espalda y cuello, malestar, picor e irritaciones en la piel de debajo de las mamas incluso pueden aparecer problemas respiratorios, sobre todo a cierta edad.

Las glándulas mamarias sólo se pueden disminuir mediante extracción, pero no olvidemos que otra parte importante de los pechos es el tejido adiposo, es decir, la grasa acumulada. Esta grasa puede reducirse en cualquier otra zona del cuerpo mediante entrenamientos de cardio, entrenamientos de resistencia, ejercicios específicos para los músculos pectorales y una dieta libre de grasas.

Si finalmente, después de aplicar los ejercicios anteriores, los problemas persisten y la reducción de senos y peso en las mamas no es evidente, es recomendable programar una visita con un cirujano cualificado especialista en el tema para tomar una decisión acertada respecto a la cirugía de reducción de pecho. La reducción de senos o mamoplastia de reducción, es como se denomina al proceso quirúrgico de disminución de mamas.

La técnica se basa en eliminar parte de tejido mamario, tejido graso y piel, colocando el pecho en una posición y forma más natural, consiguiendo unos pechos más ligeros, firmes y armónicos. En algunos casos también se puede disminuir el tamaño de la areola si es excesivamente grande. Esta intervención pretende armonizar cuerpo y pechos eliminando todos los problemas derivados del exceso de peso.